Sobre la sexualidad

Chicos en la playa, óleo de Joaquín Sorolla. Licencia de Wikimedia Commons

Lotrives: te paso el acta de la conversación que hemos mantenido esta mañana sobre la sexualidad. Destaco que cada uno es moralmente responsable de lo que dice, hace y escribe ante la mirada del otro. Por mí, la puedes difundir. Un fuerte abrazo, Pablo Bilz.

& & &

—(Pablo Bilz) ¿Hay que reprimirse sexualmente?

—(Lotrives) Si por represión sexual entiendes autodominarse y sujetar los instintos a la razón, mi respuesta es: sí. 

—(Pablo Bilz) ¿No es un contrasentido que nuestra sociedad invite a la liberación sexual, por calificarlo de alguna manera, en los anuncios publicitarios, en el cine, en la literatura, en el vocabulario, en el teatro, etc., y luego nos llevemos las manos a la cabeza ante algunos hechos relacionados con el sexo? 

—(Lotrives) Sin duda. Se pretende educar a ciudadanos moralmente responsables pero por todas partes se les incita a ser moralmente irresponsables. ¿Es bueno estudiar mucho, preparar unas oposiciones y ganarlas, por ejemplo las de abogado del Estado?

—(Pablo Bilz) Por supuesto.

—(Lotrives) ¿Y no se ha tenido que reprimir mucho ese opositor para conseguirlo? ¿No se debe reprimir quien quiera adelgazar?

—(Pablo Bilz) Sí.

—(Lotrives)  El hombre es lo que es y lo que se propone ser por medio de una serie de actos de autodominio, represivos si quieres. En esta tensión permanente por devenir en algo mejor se mueve toda persona.

—(Pablo Bilz) Un amigo mío va a la playa en verano, ve a chicas en bikini o en topless, y cae luego en actos de los que él mismo se avergüenza. ¿Que se aleje de la costa, entonces?

— (Lotrives) No sé y no nos vamos a poner aquí a solucionar casos particulares. Le aconsejo que se busque un buen director espiritual y que lo hable con él. Hay un movimiento de cristianos, a los que yo llamo neoagustinos, que no van al cine, no ven la televisión, no ven series en plataformas ni en ningún sitio, no leen nada más que lecturas consolidadas y beneficiosas, huyen de la arena bañada por el mar, si están casados no suben al coche de una amiga o no llevan a su amiga en el coche, etc. ¿Están reprimidos? ¿Son todos ellos abogados del Estado o futuros abogados del Estado? Llámalo equis. Cito dos pasajes de un libro superventas en su día, en el que Jean-Louis Missika entrevista a Jean-Marie Lustiger (1926-2007), judío converso y cardenal arzobispo de París:

«—(Jean-Louis Missika) La Iglesia ha mantenido durante mucho tiempo un razonamiento sobre la sexualidad. Ha orientado las conciencias, ha incitado a la gente a dominar sus deseos, a contener sus impulsos, ha condenado severamente algunas prácticas sexuales. El psicoanálisis no es una teoría de la liberación, pero ha puesto en evidencia el hecho de que una represión demasiado violenta impuesta desde el exterior por una institución puede tener consecuencias catastróficas sobre el psiquismo humano. ¿Hay en eso algo inaceptable para la Iglesia?

»—(Jean-Marie Lustiger) La moral católica está tan lejos de ser una represión como el psicoanálisis de representar una liberación de los instintos. Hace mucho tiempo, uno de mis amigos analistas me comunica la llegada de una persona que me envía para que le ayude espiritualmente. Le pido una sugerencia que pueda ser útil para su paciente. Me contesta: «Culpabilízale» ¡Y sin embargo era un psicoanalista ortodoxo! Pero consideraba que era absolutamente necesario ayudar a esta persona a estructurarse y no confundía análisis y liberación de los instintos (pp. 159-60).

»—(Jean-Marie Lustiger) Existe una literatura demasiado divulgada —las novelas de gángsteres, los relatos sádicos de torturas— que me parece sumamente peligrosa.

»—(Jean-Louis Missika) ¿Qué quiere usted hacer? ¿Quiere usted que se le prohíba a un novelista escribir o quiere que se instaure una censura previa?

»—(Jean-Marie Lustiger) No, pero yo le hago notar que cada uno es moralmente responsable de lo que dice, escribe y hace ante la mirada de otro. Si no, no habría vida social» (p. 193).

—(Lotrives) Te pido ahora que sustituyas la frase de Lustiger «existe una literatura demasiado divulgada [...] que me parece sumamente peligrosa» por la mía «existe un enfoque de la sexualidad, en los ámbitos de la literatura, el cine, el teatro, el arte, la publicidad, la educación, etc., que me parece sumamente peligroso», y que leas de nuevo su respuesta.

—(Pablo Bilz) Ha salido la clasificación de páginas de internet más vistas del mundo en noviembre de 2024. La número 1 es Google. La número 9 es ChatGPT. ¿Sabes cuál es la número 7? 

—(Lotrives) No.

—(Pablo Bilz) Se llama Pornhub, con Porn de pornografía. 5.300 millones de visitas en noviembre de 2024.

—(Lotrives) ¿Nos reprimimos o seguimos la estela de los 5,3 millardos de personas que usaron Pornhub en noviembre?


Notas a pie de página:

—Libro citado: Lustiger, Jean-Marie. (1989). La elección de Dios. Las grandes cuestiones que se plantean al hombre de hoy a través del testimonio de un judío que es actualmente cardenal arzobispo de París. Entrevistas realizadas por Jean-Louis Missika y Dominique Wolton. Trad. María Teresa Arbó. Barcelona: Planeta. Versión original: 1987. Le Choix de Dieu: Entretiens avec Jean-Louis Missika et Dominique Wolton. Paris: Éditions de Fallois.
—Imagen: Chicos en la playa, óleo de Joaquín Sorolla. Licencia de Wikimedia Commons. Se puede consultar aquí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sobre las preocupaciones

¿Inmortales o resucitados?

1989. Parte de lo que sucedió. Memorias. De Austria a Polonia