Hans Urs von Balthasar y el Opus Dei
En 1963, en el número XVIII de la publicación Wort und Wahrheit, pp. 742-3, Hans Urs von Baltasar (1905-1988) publicó lo siguiente:
«La concentración de poder integrista más fuerte en la Iglesia, también de origen español, es hoy sin duda el Opus Dei, un instituto secular con miles de miembros, especialmente en el mundo académico, extendido por todas partes. Posee numerosas residencias universitarias en todo el mundo, un gran número de cátedras en España y recientemente ha abierto una universidad propia (Navarra). Mantiene una estrecha relación con el régimen de Franco, dirige altos organismos gubernamentales, posee bancos, editoriales, revistas y periódicos (comprados y fundados) y desarrolla por todas partes, también en Alemania, Francia, Austria y Suiza, una celosa y discreta actividad propagandística. La catalogación de sus miembros es diversa y complicada, desde círculos más alejados hasta grupos secretos y células más internas (véase Orientierung, 1958, 9-10). Sobre asuntos cuestionables y desagradables [del Opus Dei] en España, informa especialmente Wolfgang Dern en Frankfurter Hefte (octubre de 1963). Nosotros preguntamos solo por la espiritualidad y recibimos Camino, del fundador y director, José M. Escrivá (en alemán se ha traducido de manera más suave como Der Weg), que según Rialp, editorial del Opus Dei, en el catálogo suyo distribuido en la Feria del Libro de Fráncfort, alcanza una tirada en todo el mundo de más de un millón de ejemplares. Repasando los 999 aforismos, sentencias y consignas de Camino nos asustamos: ¿acaso piensa el autor realmente que desarrolla en Camino una espiritualidad auténtica, incluida una que alimente cristianamente a un cuerpo de élite tan grande? Es un librito para los boy scouts de más rango. ¿Español? Pero española es también la mística auténtica de Ramón Llull, de Juan de la Cruz y de Ignacio de Loyola, con el latido del corazón del Evangelio y con valores para los siglos». A continuación, Von Balthasar copia y destroza unos cuantos puntos de Camino.
El 20 de abril de 1984, en un programa de la televisión suiza (Schweizer Fernsehen: SF) llamado Zeuge des Jahrhunderts (‘Testigos del siglo'), Von Balthasar, en conversación con el periodista Erwin Koller, afirma que detecta en la Iglesia una «crisis de las órdenes religiosas» y ninguna «en las comunidades seculares cristianas que por todas partes surgen» (minuto 31:40). Koller apunta que Von Balthasar fundó en 1945 uno de esos institutos seculares, y que algunos son muy polémicos. Koller le menciona su ataque duro, en el pasaje arriba traducido, «a algunos de esos institutos seculares, como el Opus Dei» (minuto 35:50), y su puya a Camino como «librito para los boy scouts de más rango». Entonces contesta Von Balthasar (a partir del minuto 35:58):
«También hoy suscribiría esa opinión. Pero dejemos el Opus Dei. Ya no es un instituto secular. Se ha salido de los institutos seculares a pesar de que la constitución apostólica Provida Mater Ecclesia (1947), por la que se crearon, fue escrita para él. Ahora el Opus Dei es una prelatura personal; así se llama. Pero a mí me interesan mucho más otras cosas. Me interesan los movimientos espontáneos, que de entrada no son institutos seculares, sino nuevos grupos en la Iglesia, de los cuales, en la mayor parte de los casos, en su núcleo, se crea un círculo que sigue los consejos evangélicos [pobreza, castidad y obediencia], como los focolares, como sobre todo Comunión y Liberación, que son movimientos enormes en Italia, que también están en Suiza, en Friburgo […]. Estoy muy unido a ellos porque son muy abiertos, al contrario que esas asociaciones secretas y cerradas como el Opus Dei. [En esos movimientos como Comunión y Liberación] Todo el mundo puede entrar y salir como guste. Es un asunto increíble y contagioso, el asunto de esos movimientos. Soy muy amigo de su fundador [del fundador de Comunión y Liberación], que es un persona muy alegre y muy natural».
Hasta aquí, las palabras textuales de Von Balthasar. Ahora, cuatro puntos de reflexión:
1. Suele haber acuerdo en que Hans Urs von Balthasar es un gran teólogo, para algunos, uno de los más grandes del siglo XX. También lo hay en que muchos de sus escritos teológicos no sean nada fáciles de entender, lo que no sucede con alguien de su nivel como Joseph Ratzinger.
2. Parece que no es correcto argumentar que Von Balthasar se retractó de lo que opinaba sobre el Opus Dei en 1963, porque en 1984, cuatro años antes de morir, en la entrevista arriba citada, se reafirma en lo dicho en 1963. Quizás lo que aquí se publica, en esta página oficial del Opus Dei, con Vittorio Messori al fondo, tendría que precisarse. Me refiero a la zona del artículo de Messori que empieza así: «Con una especie de tormenta constantemente renovada, se recuerda la actitud crítica hacia esta Obra incluso por parte de Hans Urs von Balthasar, el jesuita suizo que pasó (a petición propia) al estado de sacerdote secular, considerado por muchos como uno de los más grandes —y de los más discutidos— teólogos católicos de este siglo [...]».
3. El mismo papa que a Von Balthasar tanto quería y estimaba, como persona y como teólogo, hasta el punto de que lo nombró cardenal en 1988, es decir, san Juan Pablo II, es a la vez el pontífice que beatificó y canonizó en 2002 al fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer. San Juan Pablo II es también quien erigió al Opus Dei en prelatura personal en 1982. Véase este artículo para intuir lo que acontece ahora al respecto de su situación jurídica. ¿Qué hará el nuevo papa?
4. En esta entrada no se aspira a discutir con Von Balthasar sobre el Opus Dei. Yo no comparto su juicio y me parece que se equivoca, pero eso es otro asunto. En este artículo se trata de constatar que Von Balthasar pensaba como pensaba y que se puede aprender mucho de sus críticas y del comportamiento de san Juan Pablo II: quiere a uno (Von Balthasar), a otro (san Josemaría) y a su institución (el Opus Dei).
Notas a pie de página:
—Las traducciones del alemán aquí presentadas son de © Lotrives.
—Imagen: Hans Urs von Balthasar en la década de 1920, en Viena. Licencia de la foto: Wikimedia Commons. Se puede consultar aquí.
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